El ToBRFV, también conocido como el virus rugoso del tomate, es un patógeno, que afecta principalmente al tomate y al pimiento, ha suscitado preocupación debido a su capacidad para superar las resistencias genéticas conocidas y provocar pérdidas económicas significativas.

En este artículo, conocerá a fondo qué es el ToBRFV, cómo se identifica y las enfermedades que puede generar en los cultivos. ¿Quiere conocer las medidas de manejo y prevención recomendadas para enfrentar este desafío y garantizar la inocuidad alimentaria? ¡Siga leyendo!

Conociendo el TOBRFV

El Virus Rugoso del Tomate (ToBRFV), que afecta mayormente a los cultivos de tomate y pimiento, perteneciente a la familia de los tobamovirus, a la cual también pertenecen virus reconocidos como el Virus Mosaico del Tomate (ToMV) o el Virus del Mosaico del Tabaco (TMV). Este virus emergente provoca importantes pérdidas financieras debido a que puede reducir la producción y causar síntomas que influyen en la calidad y apariencia de los frutos, especialmente en el caso del tomate.

Descubierto por primera vez en 2015 en plantas de tomate en Jordania, el virus ha experimentado una creciente dispersión desde detección inicial (aunque sus síntomas ya se habían presentado en 2014 en Israel).

Entre 2018 y 2019, se notificaron nuevos brotes en países como China, Alemania, Grecia, Italia, Holanda, México, Turquía, España y Reino Unido.

En vista de esta situación, la Comisión de la Unión Europea ha implementado medidas para prevenir que el virus sea introducido y se propague en la región, según la Decisión de Ejecución (UE) 2019/1615.

¿Cómo se transmite el ToBRFV?

Principalmente, su dispersión a largas distancias se lleva a cabo mediante las semillas, dado que puede encontrarse en la testa y el endospermo, manteniendo su estabilidad hasta el proceso de germinación y distribuyéndose por toda la planta.

Sin embargo, la propagación del ToBRFV también se produce de manera mecánica, a través del contacto entre plantas infectadas, la ropa de los trabajadores, herramientas de poda y maquinaria. Investigaciones recientes han destacado que, en invernaderos con plantas infectadas, los abejorros también pueden ser responsables de la dispersión de la enfermedad. En superficies como las mesas de trabajo, el virus puede sobrevivir desde semanas hasta meses, mientras que en los restos de plantas infectadas, la supervivencia perdura tanto tiempo como dichos restos se mantengan intactos.

Un riesgo significativo de contaminación, a menudo subestimado, es la posibilidad de contaminación a través del agua de riego.

Enfermedades generadas por el ToBRFV

Las plantas de tomate afectadas por el ToBRFV presentan síntomas en el cáliz, las hojas y frutos, que son similares a los generados por ToMV en variedades susceptibles. Sin embargo, este nuevo virus exhibe síntomas en variedades que previamente mostraban resistencia al tobamovirus, y los daños resultantes por las enfermedades generadas pueden ser significativamente más graves, especialmente en los frutos.

Hoja

Los síntomas en las hojas incluyen mosaicos, clorosis y diversas deformaciones como abultamientos, aspecto filiforme y hojas con apariencia de helecho, (hojas más pequeñas, alargadas, fibrosas y enrolladas).

Cáliz

En el cáliz, los síntomas abarcan desde la necrosis de las venas en una etapa temprana del desarrollo del fruto, hasta el oscurecimiento y el secado de las puntas de los sépalos posteriormente.

Fruto

Las plantas infectadas pueden generar frutos más pequeños, con deformaciones, maduración irregular o incluso experimentar la pérdida total del fruto.

La coloración del fruto también experimenta daños, mostrando manchas marrones o amarillas. Asimismo, la superficie puede presentar un aspecto rugoso (síntoma por el cual fue nombrada la enfermedad).

La manifestación de los síntomas en las plantas infectadas puede variar según la variedad, el clima, la etapa fenológica, la presencia de infecciones mixtas, entre otros factores.

Por esta razón, para confirmar la presencia del ToBRFV se recomienda enviar una muestra a un laboratorio acreditado que pueda detectarlo mediante técnicas eficaces como PCR, ELISA, amplificación de polimerasa recombinante (RPA), o la más avanzada, la segunda generación de secuenciadores.

Estrategias de prevención y control

En la actualidad, no existen variedades que sean resistentes al ToBRFV, y se ha verificado que afecta a las variedades con genes Tm-1, Tm-2, Tm-2 2 y L, los cuales son resistentes al virus del mosaico del tabaco.

Por ello, se recomiendan las siguientes medidas preventivas para evitar la propagación del virus:

  • Adquirir semillas de productores autorizados que hayan sido probadas como “libres de ToBRFV” mediante un método oficialmente reconocido.
  • Realizar una inspección de las plántulas y garantizar su sanidad, utilizando plántulas provenientes de semilleros debidamente registrados en los registros oficiales de Productores, Comerciantes e Importadores de Vegetales, y contar con el Pasaporte Fitosanitario correspondiente.
  • Eliminar la mayor cantidad posible los restos vegetales de los cultivos anteriores, incluyendo las raíces.
  • Antes de cada operación, llevar cabo una desinfección exhaustiva de manos y herramientas de trabajo, especialmente aquellas pudieran haberse utilizado en otros invernaderos.
  • Desinfectar regularmente el agua de riego.
  • Mantener una estación de desinfección y lavado de manos, donde el personal debe lavarse las manos antes de ingresar al invernadero y al retirarse. Para ello se sugiere el uso de soluciones a base de fosfato trisódico (10 %), hipoclorito de sodio (1-3 %) e hipoclorito de calcio (1-5 %) en tapetes de desinfección fitosanitarios, dispuestos en la puerta de los invernaderos.
  • Evaluar la probabilidad de rotación de cultivos, incluyendo aquellos resistentes o no sensibles.
  • No tocar las plantas dudosas de contagio, informar de su presencia al asesor técnico y contactar con la Sección de Sanidad Vegetal. Si se determina la existencia de plantas infectadas, se debe proceder a su destrucción.

Jiffy Growbags y Jiffy Grobags como herramientas eficaces contra el TOBRFV

En la lucha contra el ToBRFV, un virus emergente que afecta severamente a los cultivos de tomate y pimiento, las soluciones innovadoras de Jiffy, como los Growbags y Growblocks, desempeñan un papel crucial. Estas herramientas no solo ofrecen un medio eficaz para mejorar la salud general de las plantas, sino que también son fundamentales en la prevención de la propagación de este patógeno.

  • Prevención de la Propagación del ToBRFV; Una de las formas más eficientes de propagación del ToBRFV es el contacto directo entre plantas. Aquí es donde los Growbags y Growblocks de Jiffy ofrecen una ventaja significativa. Al permitir que cada planta crezca de manera individual y separada, estos sistemas reducen drásticamente las oportunidades de contacto entre plantas, lo que a su vez minimiza el riesgo de transmisión del virus. Esta separación es esencial, especialmente en entornos de invernadero, donde la proximidad de las plantas puede facilitar la rápida propagación de patógenos como el ToBRFV.
  • Fortalecimiento de las Plantas: Además, los Growbags y Growblocks de Jiffy están diseñados para proporcionar un entorno de crecimiento óptimo, que fortalece las plantas desde una etapa temprana. Plantas más fuertes y saludables son menos susceptibles a enfermedades y están mejor equipadas para resistir ataques de patógenos como el ToBRFV. Al mejorar la resistencia general de las plantas, estos sistemas de cultivo contribuyen significativamente a la salud y la productividad de los cultivos.
  • Reducción en el Uso de Fungicidas Otra ventaja importante de utilizar Growbags y Growblocks de Jiffy es la reducción en el uso de fungicidas. Dado que estos sistemas ayudan a prevenir la propagación de enfermedades y fortalecen las plantas, los agricultores pueden encontrar que necesitan menos tratamientos químicos para mantener sus cultivos saludables. Esto no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también puede resultar en ahorros económicos y en la producción de frutas y verduras más limpias y naturales.

En resumen, al adoptar las soluciones de Jiffy como los Growbags y Growblocks, los productores pueden tomar medidas efectivas para proteger sus cultivos del ToBRFV, promoviendo al mismo tiempo prácticas de cultivo sostenibles y económicamente eficientes.

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